El Ippon de la semana (20)

"¿QUE HA PASADO?", es lo que parece preguntarse el judoka hungaro Miklos Ungvari tras haber sido proyectado de forma contundente por el cubano Yordanis Arencibia con este peculiar Sode-tsuri-komi-goshi con el que consigue un espectacular Ippon que le abrió las puertas de las semifinales del Campeonato del Mundo de Rio de Janerio de 2.007 en la categoría de -66 Kg. en la que competían 68 judokas de los cinco continentes.

Y cuando hablamos de Miklos Ungvari no estamos hablando de un principiante o de un judoka inexperto en este tipo de competiciones, sin ir mas lejos el húngaro se presentaba a este mundial con la medalla de bronce que consiguió en el anterior Mundial de 2.005, que se disputo en aquella ocasión en El Cairo, además en el combate anterior de octavos de final venía de derrotar al japones Akimoto Hiroyuki y por si fuera poco, en este mismo mundial y tras perder en el combate de cuartos de final con el cubano, tras los combates de repesca consiguió una nueva medalla de bronce. Por lo tanto, el Ippon conseguido por Yordanis Arencibia tenía doble merito, por un lado por su espectacularidad, contundencia y calidad técnica y por otro por conseguirlo ante un gran competidor medallista en pasadas ediciones del Campeonato del Mundo.

Pero estamos hablando de un judoka (Yordanis Arencibia) que entre otros grandes resultados consiguió la medalla de plata en este mundial de Rio de Janeiro 2.007 y sendas medallas de bronce en los J.J.O.O. de Atenas 2.004 y Beijing 2.008

Fijaros como el cubano, que ya iba ganando por una sanción del judoka hungaro, ni se toma la molestia de conseguir su kumi-kata (agarre) y sin agarrar la manga se inventa un Sode-tsuri-komi-goshi por la izquierda ayudándose posteriormente con su mano derecha para agarrar la pierna izquierda de Miklos Ungvari. Velocidad, técnica, magia... ¡¡¡ esto es Judo !!!